Más vale solo....
Llega el ansiado verano para muchos….- ¡vacaciones!, escucho gritar en la planta 14 de mi bloque mientras preparan la nevera, las maletas, los filetes empanados, las gafas de buceo, los palos de golf, los libros comprados durante el año, la Tablet, la funda de la thermomix y la Nespresso….Y allá que se van a pasar tres meses al apartamento de la playa, a esa playa donde tienes quemado el “sobaco” den tanto levantar la mano y saludar a los mismos vecino de tu bloque, pero ahora, con vista al mar.
Durante estos meses se llenarán las redes sociales de fotos de pies en la piscina, de selfies en la orillita del mar, de puestas de sol en cualquier parte del mundo….Estas, estas sí que me molan, son molonas, porque viajar, es uno de los mayores placeres que conozco aunque llevo una temporada que no cojo ni el Ave para ir a tomar salmorejo a Córdoba.
Hay gente que disfruta en compañía, yo, sin embargo, disfruto con la compañía de la gente. Es lo mismo pero no es igual mire usted.
Disfrutar con la compañía es tener criterios de selección de aquellas personas con las que interactúo, comparto vivencias, recuerdos, aficiones, o tan solo…nos hemos cruzado en un viejo bar y entablado una buena conversación.
Lo mismo me pasa a la hora de trabajar: Me encanta interactuar, compartir proyectos, meterme en ideas difíciles junto a buena gente, bajo la premisa de que tengamos feeling emocional.
Aunque no siempre ha sido así. La vida es un laboratorio de experimentación emocional y lo único que te permite aseverar es que no sabe si las fórmulas van a funcionar o no…si no las mezclas, si no experimentas, Y en eso, en eso tengo tres master por la universidad de la vida.
“A mí nadie me ha regalado nada”…Cuantas veces he escuchado esta frase…pues miren, a mí si…A mí mis padres me regalaron la vida, una lotería epigenética que gané hace ya casi 47 años y en la que fui el afortunado de ganar el premio entero…¿Os parece poco?...Aunque también conozco gente a la que la vida le han regalado cosas que son incapaces de reconocer porque se creen con el gran don de la sabiduría egocentrista de no reconocer nada, son mis amados TON…los tontos del culo.
De estos he conocido unos cuantos, aunque he de decir, que mi balance gira más hacia positivo que en negativo…hoy sí que puedo afirmar e más vale solo que mal acompañado.
Que si, que lo sé, que practicar Running en grupo mola mucho (ahora lo hago una vez por semana), te tomas cerveza, te pones al día con tus amigos…Pero…Y dónde dejo mis charlas conmigo mismo por las mañanitas de invierno, mis meditaciones a 6:30 el kilómetro y mis apretones por el colon irritable…que bien se runea en soledad.
Por eso disfruto de los momentos de soledad, a nivel personal y profesional, cuando piensas que estás solo, pero mucha veces, como dijo el Gran Antonio Gala, es una soledad elegida.
Porque yo elijo la gente con la que quiero compartir mi camino
Gente buena
Buena gente
Gente humilde y que brilla con su luz y no se la quita a nadie
Gente generosa que da más de lo que recibe
Gente que no vende su conciencia por un reconocimiento público o un selfie con celebrities
Gente que se viste por los pies…o por la cabeza…que c. da.
Gente con dignidad que saben que con la dignidad no se come, pero alimenta el alma.
Gente que cuando estás trabajando junto a ella, te respetan, te dan las gracias, usan tus referencias y las referencian…gente que te ilumina.
Gente que tiene algo que decir y decirte…con y desde el amor.
Así que va a ser que mientras creo este nuevo círculo, que se está forjando…en el que ya hay un montoncito de corazones brillantes…
Más vale solo que mal acompañado.