La actitud es la antesala de la conducta
“Cada día soy más consciente de lo poco que se sabe del ser humano, de todo lo que nos queda por descubrir. Aunque nos empeñemos en cuantificar y hacer empírica la conducta, aunque nos pasemos horas y horas estudiando, investigando, haciendo ecuaciones para hallar la fórmula de la satisfacción y la felicidad, siempre nos quedan los ojos de los niños que nos sorprenden con sus acciones, un beso a deshora que no esperábamos, la llamada de un amigo que hace tiempo que no veíamos, la simbiosis perfecta de la química del amor, el descubrimiento de un libro que cambia tu enfoque vital, el olor del salitre que nos conecta con las tardes de infancia o el suave susurro de una voz misteriosa que se hace cuerpo y se queda para acompañarte.No todo se puede prever o cuantificar; no todo es medible, porque… La actitud es la antesala de la conducta y es una potencia de exponente infinito.”